jueves, 29 de abril de 2010

Gastronomía en Lima

Lima actualmente es considerada como capital de la Gastronomía Latinoamérica, se puede encontrar distintas vertientes y tradiciones culinarias, es una ciudad para degustar y donde el mestizaje convive perfectamente en la cocina. Es una síntesis armónica de aportaciones andinas, españolas, árabes, italianas, chinas, y japonesas, entre otras culturas. Estos aportes oriundos y extranjeros se fusionan solidariamente, dando lugar a cocinas totalmente auténticas. Actualmente la ciudad vive todo un boom gastronómico, pues se puede encontrar una gama muy interesante de muy buenos restaurantes, especialmente en los distritos de San Isidro, Miraflores, Barranco y Chorrillos, donde se puede degustar la mejor comida criolla, novoandina y de fusión.

Por otro lado están los Huariques (pequeños restaurantes económicos) de muy buena cocina. Es el lugar al que se llega por recomendación, pues se ubican en zonas poco conocidas de Lima, por lo que también se le conoce como hueco. En cada barrio existe algún huarique, siempre único y con una carta realmente exquisita. Preguntar siempre por alguno donde ir, pues la complacencia siempre es más que placentera.

Por las rutas del sabor

Platos marinos: Lima tiene una íntima relación con su puerto, el Callao, así como con uno de sus principales distritos como es Chorrillos, ambos ligados a la pesca artesanal. Con estos referentes, la ciudad ofrece una variadísima y exquisita carta llena de ceviches, sudados, parihuelas, jaleas, choritos a la chalaca, tiradito, arroz con mariscos, pescado a la chorrillana, escabeches, chilcanos, pulpo al olivo, entre otros.

Ceviche, rey de los mares: Para comer ceviche existen innumerables lugares, desde cevicherías (restaurante de platillos marinos) hasta carretillas ambulantes, pues este es uno de los platos más emblemáticos del Perú. Casi en todos los países de tradición marina se consume ceviche, pero el preparado en el Perú es único, pues los insumos con los que se elaboran solo pueden hallarse en nuestro territorio. Lo curioso del ceviche es que no en todas las zonas lo preparan de la misma manera, así por ejemplo, al norte de la capital, en Huacho se elabora con un ají muy picante (arnaucho) y en vez de limón, utilizan naranja bien agria. En el Callao y Chorrillos, los dos puertos de la capital, lo elaboran con mero, corvina, cojinova o conchas negras. Un corolario de esta exquisitez es beber al final el jugo concentrado del preparado, un levanta muertos luego de la resaca de juerga, conocido como leche de tigre o leche de pantera –cuando la mezcla se da con conchas negras.

Platos criollos: La comida criolla está llena de color, sazón, aroma, aderezos, picante, es sustanciosa y totalmente sugestiva, encontrándose verdaderas suculencias como el ají de gallina, la papa rellena, el arroz con pollo, sopa teóloga, tamal, y causa rellena, entre otros.


Platos chinos: La culinaria oriental tiene una destacada acogida en los paladares peruanos, adaptándose en platillos como el arroz chaufa, la sopa wantán, el tallarín saltado, el lomo saltado, entre otros. El chifa es el restaurante chino en versión peruana, muy solicitado por los peruanos y por extranjeros, que una vez probado la sazón, vuelven y repiten.

Los chicharrones de Lurín: A solo media hora al sur de la ciudad se halla Lurín, uno de los últimos valles de la capital, y muy famoso por sus increíbles y deliciosos desayunos: sánguches de chicharrón de chancho, con camote frito y salsa criolla, junto con el agradable tamal y café con leche. Este es un desayuno clásico dominguero para todo limeño, un tentempié casi almuerzo.

Pachamanca y los sabores del centro: Con ruta por la carretera Central se encuentran los distritos de Chaclacayo, Santa Eulalia, Chosica y Cieneguilla, que mantienen el rasgo pueblerino muy cerca de la capital (a menos de una hora en auto), y donde los parajes bucólicos nos hacen abandonar todo estrés cargado de la ciudad además de llenarnos de pulcro sosiego. Porque para llenar y mantener calmo al estómago, la gastronomía del lugar es sorprendente, de stacando principalmente en la pachamanca, que es una tradicional preparación de época prehispánica, que consiste en cavar un hoyo en la tierra, forrarlo con piedras de cantera muy calientes, para cocinar diferentes productos (tubérculos, carnes, aves, maíz, humitas, etc.) y luego taparlo por unas horas. Este ancestral ritual se puede degustar en casi todos los restaurantes campestres que abundan en la zona.

Nuestro menú: Empezaremos por el trago (bebida) de bandera nacional El Pisco Sour, acompañado de unos choritos (mejillones) a la chalaca, mientras se prepara el cevichito el cual acompañaremos con la incomparable chicha morada (refresco de maíz morado), o Inca Kola (gaseosa de color amarillo). Comer es un placer, y es por lo que le aconsejamos no abusar del ceviche, porque ya retiran las piedras calientes y la pachamanca está servida, con este manjar le sugerimos uno de los excelentes vinos del valle de Cañete, el cual nos acompañara hasta degustar, el postre por excelencia de la capital, El suspiro a la limeña. Solamente nos queda desearles un buen provecho.

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